Actualmente el acceso a la información gracias a internet es sumamente fácil, quizá demasiado. Sin embargo, toda esa información en muchas ocasiones no es buscada, sino hallada. Es decir, a través de las diferentes herramientas de posicionamiento, a través de los algoritmos, esta información nos aparece debidamente segmentada según nuestros gustos, en función de las búsquedas recientes,, preferencias, hábitos de navegación al fin y la cabo.
Saben cómo navegamos, si usamos firefox, edge o chrome, las horas que estamos, el tiempo, la permanencia, las paginas mas visitadas, y nos devuelven la información que quieren ellos, filtrada debidamente para que veamos los que se supone que queremos ver.
¿Somos los que vemos?
En Educación, esto es cuando menos tremendamente relevante.
«Google tiene un problema con su algoritmo (y las búsquedas sobre el Holocausto)»
Si nuestros alumnos buscan algún tipo de información o recurso sobre algún tema en concreto, ¿no les puede aparecer segmentada? La interpretación de la historia, las noticias, un hecho en concreto. Parece evidente que será preciso hacerles ver y comprender que disponer en primera instancia de la información que aparentemente más nos interesa puede resultar tremendamente práctico, pero no deja de ser preocupante por la parte en que dejamos de alguna manera de pensar por nosotros mismos, desde un punto de vista critico, y más aún, constructivo.
» la proporción de jóvenes de entre 12 y 15 años que visitan Google en busca de información fiable y precisa ha crecido en un año del 17 al 30% « Ofcom
Quizá sea discutible que esto nos haga hacer el trabajo de manera más eficiente, o con mayor eficacia, y sobre todo rapidez. Pero en Educación las prisas y llegar antes que nadie no los es todo. Sí lo es Pensar.
No solo desde el punto de vista de análisis, de ser capaz de argumentar una idea, sino desde la forma de pensamiento que es preciso construir para determinar, objetivos, prioridades, alternativas, tomar decisiones, ver diferentes opciones, planificar en consecuencia.
Y si nos dan todo hecho, y peor aún nos lo creemos, nuestros alumnos se lo creerán. Creerán que lo que surge en sus búsquedas de información,en los banners, es lo que son. Es lo que quieren. Y seguramente pueda ser así. Pero no es menos cierto que ser consciente de ello, y hacerles conscientes a ellos,puede ser un arma más poderosa que el propio algoritmo.
No todo es un clic.